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La dittatura militare estende la Lotta in Egitto.

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A` pesar de la dictadura militar las huelgas obreras se extienden por Egipto.


La dictadura militar egipcia, con el beneplácito de Occidente e incluso de gran parte de la izquierda nacionalista y laica egipcia, sigue reprimiendo en la calle cualquier expresión de libertad democrática. Y no solamente, las movilizaciones de los Hermanos Musulmanes sino también  las numerosas movilizaciones de lxs trabajadores egipcixs que siguen demandando la mejora de sus condiciones de vida y el respeto de las libertades sindicales

Las huelgas siguen siendo muy numerosas en Egipto. En las últimas semanas, las huelgas se han extendido por distintos sectores: enseñanza, salud, correos, el textil, los transportes, la metalurgia, el comercio, el sector naviero, las obras públicas.

Las reivindicaciones se centran en la mejora de las condiciones de vida de los trabajadores, especialmente la exigencia de subidas salariales. Pero a ello se une la exigencia de libertades sindicales y políticas y el rechazo al actual gobierno. Los objetivos de la revolución siguen presentes en la memoria de la clase trabajadora egipcia.

La lucha de los trabajadores de Correos en Alejandría

Según nos informa la CTUWS (Se anexa informe en inglés), 5 trabajadores de Correos, miembros del Consejo Ejecutivo del Sindicato independiente de Alejandría, siguen en prisión desde el 26 de marzo por orden del juez del Tribunal de Muharram Bey que ha decidido mantener su arresto al menos por 15 días para continuar el sumario. Los trabajadores están acusados de concentrarse frente al centro de Correos de Alejandría, de bloquearlo, y de hacer piquetes para promover la huelga. El resto de los miembros de la ejecutiva del sindicato, otros 6 trabajadores, también han sido llamados a presentarse ante el juez

A pesar de las prohibiciones, los trabajadores han decidido manifestarse, exigiendo la liberación inmediata de sus compañeros, el cese de la represión policial y patronal contra la huelga, la paralización de los procedimientos judiciales iniciados y el fin de la campaña de difamaciones contra la huelga de los trabajadores.

Las reivindicaciones de los trabajadores son un aumento salarial del 7%, que les equipare con otros trabajadores, acabando con el sistema actual que se mantiene desde hace décadas de un aumento anual de 2 libras egipcias (unos 0’25 euros) y especialmente el respeto del acuerdo alcanzado con la dirección que fija el sistema de incentivos, de participación en los beneficios y que establece los mecanismo para la negociación colectiva con un comité con participación de los sindicatos y la administración.

También en Alejandría, los trabajadores despedidos de la National Vegetable Oil Company, que pertenece a la multinacional gigante de la agroalimentación Cargill, se mantienen concentrados en el parking de la empresa mientras ésta ha cogido esquiroles para reemplazar a l@s 84 despedid@s. (Anexo en francés)

El proceso egipcio

La impresionante movilización del pueblo egipcio que consiguió derribar al dictador Mubarak, aconsejó al ejército ( los mandos militares en activo y en la reserva controlan el 40% del PIB egipcio), a la gran burguesía y a la secretaría de estado de EEUU, aceptar el juego electoral democrático (farsa electoral que funciona con bastante perfección en los países occidentales, creando la ilusión de que el pueblo decide) y correr el riesgo de que otro sector de la burguesía, representado por los Hermanos Musulmanes y apoyado por las monarquías del Golfo se hiciera con el poder como así sucedió.

Durante el gobierno Morsi, las luchas populares continuaron en alza, manteniendo vivos los principios de la revolución. Pero esas propias movilizaciones populares con la gran demostración del 30 de junio de 2013, fueron utilizadas por los militares para recuperar el poder mediante un golpe de estado, esta vez con el apoyo de gran parte de la izquierda laica y nacionalista y de la prensa internacional ya que se trataba de frenar la deriva islamista. Apenas hubo condena internacional de un auténtico golpe de estado.

La represión contra los Hermanos Musulmanes está siendo brutal. La parodia de justicia que acaba de condenar a muerte a 528 personas es una monstruosa sentencia que pretende aterrorizar cualquier disidencia con el régimen militar.

Pero esta represión oculta  la represión contra el movimiento obrero y la resistencia popular que se sufre día a día. Los militares, los jueces, la policía impunemente pisotea todos los derechos y libertades bajo la coartada de lucha contra el terrorismo.

Toda esta brutal represión contra el islamismo político supone dejar bien claro por parte de EEUU y su aliado el ejército egipcio que ahora no va a haber componendas con el islamismo radical, que se van a parar los pies a las injerencias de Arabia saudita y Qatar en terreno controlado por Estados Unidos. Aliados pero rivales.

Pero al mismo tiempo ese islamismo radical se refuerza, ganando simpatías al ser víctima de los militares y se tapa cualquier opción realmente progresista que queda invisible ante la dualidad ejército- Islamismo radical

Sin embargo, ahí está la incansable lucha del movimiento obrero por sus derechos, la resistencia de las mujeres egipcias, de los objetores de conciencia, de quienes salían el 30 de junio gritando “¡ Ni Hermanos, ni ejército”.

La llama de la revolución egipcia no está apagada.

Equipo de trabajo para el norte de África de la S. de RR. II. de la CGT